miércoles, 11 de diciembre de 2013

Amores malditos

Belleza galante,
Malvado semblante,
Mirada distante,
En la orilla expectante,
Al perdón de su amante.

En un banco la eternidad pasa,
Donde antes su amor consumía,
Pero no con quien debía,
Sino con una chica de su propia casa.

Ella era la hermana,
Que a su yerno amaba,
Y al oído le decía,
Que más que a nada la quería.

En ese mismo banco les pilló,
Y con un cuchillo amenazó.
Un ramo de flores llevaba,
Para regalarle a su novio cuando llegara.

Quitarse la vida quería,
Pues el era lo que más quería.
Su alma negra se volvía,
Y un pacto con el demonio haría:
Que ese desgraciado no encuentre descanso,
Que no cese este encanto.
Y cada noche me presentaré de blanco,
Para poder ver su espanto.

Y este pobre diablo sigue esperando,
Al cese de su escarnio.
Para poder ser perdonado,
Y por su chica ser amado.

Juan Almena

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